En la historia de la moda, no es muy frecuente que de una manera inesperada, una prenda de vestir se convierte en algo clásico, permanente. Hoy hablamos de ese caso, de una chaqueta que ha superado modas y tendencias, la Teba o Chaqueta de Bel.
UNA CHAQUETA ICONO DEL IBERIANSTYLE
El salón era amplio, con ventanales al jardín que se veía primaveral y frondoso. La familia, casi al completo, disfrutaba de una animada conversación. Los más jóvenes escuchábamos divertidos y un poco en esquina, las cosas de los mayores. Las señoras, con finos jerseys de lana y pañuelos de Pertegaz, fumaban Chesterfield y los señores vestían Teba; José con corbata y Luis sin ella pero con pañuelo en el bolsillo superior. Este, dejó la copa en la mesa y doblando hacia arriba los puños de su Teba o chaqueta de Bel se sentó al piano.

A mediados los años veinte del pasado siglo, Carlos Mitjans Fitz-James Stuart, apodado “Bunting”, era un joven Conde de Teba al que el Rey Alfonso XIII, un habitual en las cacerías de La Ventosilla, le regaló alguna escopeta y una chaqueta amplia, un poco elástica, muy cómoda para vestirla en cacerías y en el tiro a pichón. Comenzó a usarla con asiduidad y no pasó inadvertida a otros amigos y cazadores que quedaron frustrados al no poder hacerse con otra igual. No es hasta los años cuarenta que la confortable y especial chaqueta comenzó a confeccionarse para una clientela selecta pero amplia como es la de Bel y Cía en Barcelona
Ocurrió que en una cacería en Camarenilla (Toledo) a finales de 1943, coincidieron además del Conde de Teba, el campeón de Wimbledon Enrique Maier que conocía la historia del regalo de Alfonso XIII a Bunting, el Conde de Caralt , el de Gamazo y otros amigos. Entre todos pensaron que le podían pedir prestada la chaqueta a Teba y enviarla a Bel en Barcelona para que la copiara. Como tenían allí las medidas de todos ellos, les sería fácil hacer una a cada miembro del grupo y, de paso regalarle una nueva a Bunting. Fue el famoso tenista el que viajó a Barcelona con la chaqueta.

UNOS MESES DESPUES LA TEBA COMENZÓ A APARECER DE FORMA PROGRESIVA EN LAS CACERÍAS
En Bel, al principio también la llamaban chaqueta Conde de Caralt, ya que frecuentaba mucho la sastrería con ella. Adicionalmente a las hechas en Barcelona, parece ser verdad que el Conde encargó a una costurera de Zarauz la confección de otra con alguna pequeña modificación para hacerla más cómoda aún en el tiro a pichón. Probablemente con otro material.

La Teba o Chaqueta de Bel, es una chaqueta sin estructura, sin hombreras ni entretelas, hecha en lana pura. Tiene puños camiseros que mucha gente los lleva abiertos y subidos, lo que permite que los gemelos luzcan en la camisa. Se confecciona con género de punto, entonces difícil de encontrar y que precisaba de usar batanes en el tratamiento de la lana lo que complicaba su proceso de fabricación.

Con el tiempo esa chaqueta concebida para cazar, se independizó y comenzó a llevar su propia vida haciendo apariciones en otros momentos de ocio, disfrute y tiempo libre; en almuerzos, reuniones de amigos y parientes y en diversos escenarios; campo, ciudad y oficinas y despachos. Con corbata o sin ella se convirtió en el elemento necesario para el casual elegante, cómodo y vestido.
Pero ha sido la sastrería de Barcelona, referente en moda masculina en toda España, Bel y Cía la que más ha contribuido a la intensa vida social de esta chaqueta. Hoy en día se puede encargar en diferentes tejidos además del punto tradicional; cashmere, seda, lino, mezclas de lino y seda…Unas propuestas de la firma barcelonesa que lleva trabajando en la elegancia desde 1842.
Se trata de la prenda española que más ha trascendido
Podemos decir que es la gran aportación española a la moda masculina internacional y que ha llenado de buen gusto los momentos de esparcimiento, de reuniones informales. Ocurre que además genera adicción, la comienzas a usar y no encuentras el momento de no ponértela; al contrario. Te acostumbras, necesitas, tener varias y de distintos colores. Hay verdaderos aficionados mediáticos a los que no imaginamos sin ella. Pienso por ejemplo en José Luis de Villalonga, en Alfonso Ussía…



Queda por delante todo el camino de ampliar su uso en moda femenina, que ya tuvo su precedente. Cuando era una joven señorita Ágata Caralt, actual Condesa de Caralt, le dijo a su padre que ella también quería tener una chaqueta de Bel. El conde accedió y se presentaron en las instalaciones de Paseo de Gracia.
“Me dio la sensación de que me querían tomar medidas a distancia”.
Debieron poner en un pequeño brete a un personal que llevaba desde 1842 confeccionando sólo para hombres.


Próxima a cumplir 100 años
Queremos que siga siendo algo que no viene y va con las modas. Una chaqueta que refleja un estilo de vida y de vestir. Que en una época de estandarización, uniformidad, de cierta cosificación en el vestir, ayude a nuestra sociedad a preservar e incrementar un signo de elegancia y calidad; sin duda, un bello exponente del Iberianstyle.


Mi teléfono móvil emitió el sonido típico de entrada de un WhatsApp. Era del despacho, confirmando la reunión prevista para las 10 de la mañana. Así que, ajusté el nudo de la corbata y me puse la Teba azul que heredé de mi padre. Chaqueta de Bel, el casco y a mi querida moto para ir a trabajar.
Para más información pueden consultar la página web de Bel y Cia
A quien agradecemos su gentileza y ayuda en la reconstrucción de la historia y con el material fotográfico.
Desde hace años las he tenido y tengo, y. por supuesto, sigo usando
No sabía la historia que me ha gustado.
Siempre aprendiendo.
Saludos