iberianstyle.es se une a FACTORIA CULTURAL MARTÍNEZ (FCM) en su nuevo proyecto de paradas culturales para ofrecer otra mirada sobre la ciudad elegida. FCM vincula cada ciudad visitada a un momento de su historia, o de su arte, o literatura o algún personaje. Todo dependerá del lugar elegido. En cada estación les acompaña un experto, especialistas con un sólido y profundo conocimiento del lugar y del asunto en cuestión que dará tres conferencias y acompañará al grupo en la ruta.
Empieza el viaje con esta bonita historia de amor abulense
LOS OJOS DE LA NOCHE

Los Ojos de la Noche, así se titula el cuadro que estáis viendo. Y no, no hace referencia a la luna, ni a los ojos brillantes de una mujer enamorada. Los ojos de la noche son los faroles de los tres serenos y fue el primer cuadro que Guido Caprotti (Monza 1887- Valmaseda 1966) pintó de Ávila.
El pintor italiano llegó a España en uno de esos viajes de artistas para conocer a sus admirados maestros. Tenía 29 años y ya había estado formándose en París donde había conocido a pintores como Renoir y Rodin, entre otros.

Su carrera artística no era pobre, había ganado premios y reconocimiento e incluso bastantes ventas. Salta a Europa invitado a exponer por Rusia (en donde permaneció pintando paisajes durante un año), Inglaterra, Bélgica. En 1916 llega a España y visita algunas de sus ciudades. Camino de Madrid donde tenía que ir al Museo del Prado, pero la meteorología le cambió el destino.
“Una gran nevada paró el tren (…) Entré pues en Ávila. Y al llegar ante una muralla espectacularmente nevada… la luz me llenó los ojos y el alma… En la noche esplendorosa de Plenilunio, bajo un arco de la muralla, un hombre cantaba Ave María Purísima. (…) Me dijeron era un “sereno” y decidí quedarme en Ávila… esa impresión ha influido en toda mi vida dedicada principalmente a ensalzar esta tierra que tanta raigambre ha cogido en mi corazón”
Contó el pintor.
La luz, las tradiciones, los colores de los trajes tradicionales. Caprotti se convirtió en un pintor muy español y se integra en las corrientes españolas de la época y sus obras recuerdan a Zuloaga y al Vázquez Diaz no cubista. A partir de esos tres días que se alojó en el Hotel Inglés, lo que hoy es un abandonado Hotel Continental.

Caprotti estuvo vinculado a la ciudad de Santa Teresa, a la que también pinta. En la obra Procesión de Santa Teresa se ve a la Santa en una escultura de Gregorio Fernández. En el oleo podemos ver al pintor, que lleva las andas, y a su mujer e hijo y también a su admirado y amigo Miguel de Unamuno al que había retratado en 1929 y al que le unía una amistad y el mismo amor por tierras castellanas. El filósofo, que sentenció que Santa Teresa
“Vale por cualquier Crítica de la Razón Pura”
Presidía el claustro de la Universidad de Salamanca el día que se acordó por unanimidad conceder el doctorado honoris causa a Santa Teresa de Jesús.


Dos años después de su llegada a Ávila el italiano realiza su primera exposición en Madrid. Tuvo tal éxito, que su ciudad de acogida le nombró hijo adoptivo. Cómo no podía ser de otra manera se enamoró de una mujer vinculada a la ciudad de Ávila, pero que había crecido en un ambiente intelectual y cultural muy rico y habiéndose educado en Alemania e Inglaterra, Laura de la Torre, era, además, artista que se destacó por una deliciosas miniaturas especializada y una de las pioneras en la técnica de pintar sobre tela batik, además de una amante de la arqueología. En Ávila aun la recuerdan con muchísimo cariño por su vitalidad y simpatía. Tuvieron tres hijos, uno de ellos, escultor.

En 1930 el matrimonio decide comprar y rehabilitar el Palacio de Superunda, un hermoso edifico renacentista construido en 1580 por el regidor Ochoa Aguirre y heredado después por el Conde de Superunda. El conde de sobre las olas (significado de Superunda) fue Virrey del Perú. El Palacio, entre cuyos muros también pintaron Sorolla y Zuloaga, pertenece hoy en día al ayuntamiento y acoge hoy en día la colección Caprotti.
El pintor italiano se quedó para siempre en España combinado distintos viajes por Europa y acumulando reconocimientos. Comendador de la Orden de Isabel la Católica en 1920, Académico correspondiente de San Fernando y medalla de oro de Ávila en el 42 y realiza exposiciones exitosas en Madrid y otras ciudades Europeas. También viaja a México donde, asombrado por la viveza y el color del arte en aquel país, realiza un importante mural por encargo; y alguna de sus obras recuerdan a Frida Khalo.

Totalmente integrado pasaba los veranos, como muchos familias burguesas del momento, en el norte, alejado de las colores estivales, concretamente en la villa encartada de Valmaseda donde tenían una finca en la que falleció de una bronconeumonía en 1966. Cumpliendo con sus deseos fue enterrado en Ávila, ciudad que descubrió una noche fría de 1916.
INÉS GARCÍA-ALBI
Periodista, historiadora, documentalista, escritora y gestora cultural. Su trayectoria profesional avala su interés por la cultura y sus diferentes facetas.
Fundadora de la Factoría Cultural Martínez donde gestiona y organiza teatros, conciertos, seminarios… un laboratorio de ideas con proyectos culturales propios en el que colaboran artistas, escritores, profesores, músicos, y profesionales de diferentes ámbitos.
